Al recorrer los oscuros escenarios de Diablo III, encontrarás diversos objetos que aparecerán en lugares aleatorios del mapa.
Los santuarios son antiguos lugares sagrados, profanados por los ataques de seres malignos. A diferencia de otras sorpresas aleatorias, siempre son una aparición bienvenida.
Cuando selecciones un santuario profanado, lo purificarás, y tus aliados y tú recibiréis una mejora temporal de vuestras habilidades que durará un breve periodo de tiempo. Cada santuario que encuentres solo proporcionará su efecto una vez y no podrás recibir los distintos efectos de los santuarios del mismo tipo. Sobre los santuarios pueden pesar maldiciones que den como resultado desafíos sorpresa, ataques inesperados de monstruos y otros peligros (además de las esperadas recompensas).
Estos son los santuarios que podrás encontrar y sus efectos:
Los pozos curativos, recipientes de un rojo brillante que parecen charcos de sangre, pueden restaurar tu vida (y la de tus aliados) con solo un clic. Una vez utilizado, el pozo curativo no se puede volver a usar inmediatamente, y se volverá a llenarse pasado un tiempo.
Varios elementos inanimados pueden destruirse para conseguir alguna ventaja. Puedes romper muebles, estanterías y tiestos. Las puertas y verjas que te impiden el paso a menudo pueden destruirse; los troncos rodantes, las lámparas que se caen y los muros endebles pueden volverse en contra de tus enemigos si los rompes en el momento oportuno.
Los arcones contienen armas, oro y otros tesoro. Pueden encontrarse en formas y tamaños varios, tales como cadáveres abandonados, bolsas olvidadas, tocones de árbol y baúles llenos de tesoros. Selecciónalos para abrirlos (o volcarlos) y apoderarte de sus riquezas. ¡Mucho ojo! Al igual que los santuarios, algunos arcones están malditos y no solo contienen un jugoso botín.
Las fuentes reflectantes otorgan a tu héroe la capacidad de mejorar a un ritmo superior. Si miras la superficie de una, recibirás un bonificador a tu aumento de experiencia. Si miras varias, las ventajas se acumularán (hasta cierto punto). La experiencia adicional obtenida de las fuentes reflectantes persiste incluso si cierras tu sesión de Diablo III, aunque desaparecerá si mueres. Ya sabes: mira tu reflejo ¡y sobrevive!
Los pilones son una versión más potente de los antiguos santuarios, y solo se encuentran en las fallas nephalem. Al activar un pilón, tanto tú como tus aliados recibiréis un bonus, como en los santuarios tradicionales, pero sus efectos son significativamente más potentes y duran un periodo muy corto de tiempo.
Estos son los distintos pilones que existen y sus beneficios: