"Cuando hubo vencido a la bestia Oglak, que había devorado un peso de 10 arrobas en aldeanos, estos suplicaron a Krelm el Inmodesto que a partir de aquel momento fuera el campeón de la aldea, y erigieron una estatua para honrar su nombre por siempre jamás". —Extracto de cuentos rocambolescos para asustar a los niños pequeños